Nada es mejor para enfrentarse al calor que una mini cheesecake con…

La tarta de hoy, la cheesecake de mascarpone con fresas es un regalo.
Sí, un regalo especial para una persona especial. Una de las personas con más sentido común que yo conozca. Sensible, respetuosa y educada. Muy resolutiva y con una gran paciencia, vamos… unas de estas personas que nunca pierden los papeles y con las cuales sabes que puedes contar con ella cuando lo necesitas.
Esta gran declaración de amor no es para mi marido, persona que respeto mucho y al cual quiero tanto. Pero no, lo siento, no es él.
Además para los que nos conocen saben perfectamente que para homenajear a mi marido nunca le haría una tarta de queso, simplemente porque a él no le gusta el queso.
Así que, lo siento por los que esperaban una declaración de amor a la italiana. Hoy no es el día. La cheesecake de mascarpone con fresas es para mi vecina Sandra. Hecha para ella en el día de su cumpleaños.
El origen de la cheesecake.
El pastel de queso tiene origen en la antigua Grecia, en concreto en la isla de Samos. Aquí, este pastel, se consideraba una auténtica fuente de energía utilizadas por los atletas de las olimpiadas y por los guerreros.
Su preparación era muy simple, se calentaba el queso troceado en una olla hasta derretirlo y posteriormente se endulzaba con miel y se dejaba cuajar con harina. Los romanos le añadieron el huevo y gracias a ellos se difundió por toda Europa.
Sólo siglos más tarde llegó a Estados Unidos, más en concreto a Nueva York, donde actualmente es todo un símbolo como la manzana o la estatua de la libertad.
Efectivamente, no hay cafetería o restaurante que se respete en esta gran ciudad que no tenga en su menú esta delicia. Tan cremosa y suave que se derrite en la boca.
He visto cartas de menú con diferentes variantes y gustos, ni siquiera si fuera una pizza.
Hay tantas variantes que creo que no te bastaría un mes para probarlas todas… de fresas, de vainilla, de chocolate, de almendras, de cream caramel, de café, de cacahuetes… y claro! La cheesecake de mascarpone con fresas ..
Buff…madre mía…
¡Qué barbaridad! jajajajaja
Si por si a caso planeas un viaje en Nueva York pásate por Junior’s cheesecake
Hay principalmente dos maneras para preparar una cheesecake: con o sin horno. Se puede decir que hay diferentes escuelas, los que dicen que la original es la que se prepara horneando, y ¿Cómo llevarle la contraria después de haber averiguado sus orígenes? Por otro lado tenemos los que dicen que la mejor es la versión sin horno, la que simplemente se deja cuajar en la nevera unas horas.
Hoy os presento esta última. Sandra me pidió una cheesecake fría con un toque italiano, y qué mejor que un queso mascarpone para complacerla.
¡Entra en mi cocina!
Receta de Cheesecake de mascarpone con fresas.
Molde de 20 cm de diámetro con cremallera
Para la base:
200 gr de galletas tipo María
80 gr de mantequilla derretida
Para la crema de queso:
400 gr de queso mascarpone
400 gr de nata para montar
80 gr de azúcar
4 láminas de gelatina
Para la reducción de frutos rojos
200 gr de fresas
150 gr de arándanos
zumo de medio limón
50 gr de azúcar
Para la decoración
Fresas y moras frescas
Base: tritura las galletas con una picadora o poniéndolas en una bolsa y aplastándola con un rodillo. Cuando tengan la textura de unas migas, añade la mantequilla derretida. Mezcla bien. Vuelca todo en el molde y presiona con una cuchara para armar la base. Déjala descansar una hora en la nevera.
Crema de Queso: Pon las gelatinas a hidratar en agua muy fría durante 10 min. En una cacerola coloca la nata y el queso mascarpone. Mezcla a fuego lento hasta que los dos componentes se hayan integrado. Añade el azúcar y sigue mezclando hasta que se disuelva. Retira del fuego y añade la gelatina previamente escurrida hasta disolver. Cuela la mezcla para evitar grumos y colócala encima de la base. Dejar en la nevera durante 4 horas.
Reducción de frutos rojos: Corta la fruta, en una cazuela añade el azúcar y el jugo de limón, deja reducir a fuego lento removiendo a menudo sin dejar que se queme. Cuando haya espesado la puedes retirar del fuego y dejar enfriar.
Desmolda con mucho cuidado la tarta, decórala con la fruta fresca y echa encima la reducción de frutos rojos.
Consejos útiles
- La gelatina es fácil de usar pero, si no lo has hecho nunca, ve a las recetas de Copas de panna cotta tres colores o panna cotta al pistacho donde te explico cómo utilizarla.
- Si no quieres que la tarta de pegue al molde te aconsejo de forrarla con papel de horno en la base y de cortar una tira para ponerla en los bordes, así evitaras que al desmoldarla la crema de queso se rompa.
- Si quieres puedes aromatizar la crema de queso con zumo de fruta, aquí te dejo una versión muy perfumada de tarta de galletas y crema de naranja, hecha con nata, yogur y azúcar aromatizado.
Espero que te haya gustado esta tarta que nunca pasa de moda. A mi amiga Sandra le hizo mucha ilusión y aún más a sus tres hijos que se la zamparon nada más probarla.
Qué sepas que todo esfuerzo sin tu apoyo no va a ningún lado, así que si te gusta mi trabajo y lo que publico por favor déjame un comentario y comparte en redes sociales entre tus amigos.
Muchas gracias.
Ciao
¡Una de las mejores recetas de cheesecake que he encontrado! En Internet hay millones, pero no todas buenas.
Muchas gracias Alejandra.
Es para mi un placer compartir recetas con todos 🙂
ciao ciao
Solo con leerte hipnotizas. Esta receta de cheesecake la haremos este finde. Mandare fotos. Muchas gracias por inspirarnos.
Ay, Muchas gracias Viki.
Espero las fotos 🙂