¿Receta sana, gustosa y rápida? Bundt cake de harina de avena y…

Cada vez que me enfrento a la creación de un nuevo plato me vienen ganas de preparar un bizcocho. Y este bizcocho de café con chocolate blanco es lo que ha salido de mi horno el otro día, mientras estaba en pleno proceso creativo, proyectando mi último plato de estilismo culinario que pronto te enseñaré.
Si me conoces y me sigues ya sabes que lo qué más me gusta de todas las cosas que hago es el proceso creativo que me lleva a desarrollar y expresar mi creatividad.
Y con un bizcocho recién horneado este proceso se lleva mucho mejor, jajajaja.
De los procesos creativos de un plato, de cómo dejarse inspirar y también de cómo desarrollar las ideas te lo cuento en el post Cómo contar historias alrededor de la comida, artículo que escribí cuando fui a dar mi Master Class en la Escuela de Hostelería de Leioa.
Te aconsejo leerlo porque es unos de los mejores post que he escrito hasta ahora.
Las ideas y los bizcochos.
Ya sabes, las ideas no surgen de la nada, esta chispa que se enciende y nos da la clave de la creatividad hay que atraerla hacia nosotros. La inspiración está en todas partes y con la tripa llena ese proceso es más fácil. Por los menos para mí.
Los bizcochos y las cosas dulces en general me inducen este efecto, me ayudan a concentrarme en lo que hago, y a mejorar. Aunque no siempre es así y no siempre consigo lo que quiero, pero te puedo asegurar que un poco de dulce para activar las conexiones neuronales no es necesario sino casi indispensable, jajajaja.
Café y chocolate blanco.
Los bizcochos son unas de las elaboraciones más versátiles que hay en repostería, son un poco como la pasta, están bien con todo. Puedes comer un plato de pasta diferente cada día y con los bizcochos pasa un poco lo mismo.
Muchas veces me gusta seguir recetas que encuentro por la web y en las redes sociales. A veces también tengo que consumir algún ingrediente y otras, como en este caso, me dejo guiar por mis antojos.
El bizcocho de café y chocolate blanco que ves aquí en estas fotos ha nacido por el deseo que tenía de comer un bizcocho con sabor a café recién salido del horno.
Cuando hago una masa con café suelo casi siempre hacer el bizcocho de café casero (del cual te dejo el enlace a la receta) que aprendí a hacer en los años de la universidad y que nunca falla. Un bizcocho para los verdaderos amantes de la bebida más famosa del mundo. Un postre perfecto para el desayuno, que te da la carga justa para empezar bien el día.
Pero en esta ocasión, tenía antojo de café y también de chocolate blanco.
Mi cocina como un laboratorio.
La repostería, así como se la conoce, es pura química. Antiguamente se creía que era alquimia y que los cocineros hacían unos cuantos hechizos por aquí y por allí. Pero la verdad es que la repostería y la cocina en su conjunto, se fundan sobre leyes físicas que poco tienen que ver con la brujería.
Este es un concepto que en mi blog tengo muy claro y que muchas veces he intentado explicar a través de mis recetas de la manera más simple y clara posible.
¿Te estarás preguntando por qué, justo hoy, te cuento todo eso?
Simplemente por el hecho que quiero explicarte que en mi cabeza tenía pensado hacer un bizcocho muy llamativo por capas de dos colores, uno con una masa de café y chocolate negro por arriba y otro de chocolate blanco por abajo, y en lugar de un bizcocho bicolor me ha salido un bizcocho que aquí se llama marmolado, jajaja.
Bizcocho de café y chocolate blanco ¿Qué ha pasado?
En cuanto he puesto las dos masas una encima de la otra la masa más clara ha empezado a hundirse, no obstante la masa de color más oscuro había pasado por la nevera.
Esto se debe a las diferentes densidades y al peso específico entre las dos mezclas.
El peso específico de una sustancia representa la fuerza que ejerce la gravedad de la Tierra sobre una unidad de volumen de fluido. Al parecer, la masa que contiene el chocolate blanco que yo quería poner por encima y que una vez horneado y volteado para que se apreciara su color desde abajo, tiene un peso específico más alto que la de café y, por esto, se ha literalmente sumergido. Poco a poco se ha ido mezclado con la masa de café y chocolate negro.
Al final, la verdad es que me gusta como ha quedado y por eso le he sacado fotos y te enseño el resultado.
No está nada mal, ¿verdad?
¿Y a ti te ha pasado alguna vez? Tener algo claro en la cabeza y al final quedarte con resultado totalmente diferente.
Cuéntamelo aquí abajo.
Pues, si te parece que el bizcocho de café y chocolate blanco ha quedado bien, quédate leyendo la receta porque si te animas a hornearlo descubrirás que el sabor es aún más rico.
¡Entra en mi cocina!

Bizcocho de café y chocolate blanco
Un bizcocho para los verdaderos amantes de la bebida más famosa del mundo. Un postre perfecto para el desayuno, que te da la carga justa para empezar bien el día. Un bizcocho muy llamativo por capas de dos colores, uno con una masa de café y chocolate negro por arriba y otro de chocolate blanco por abajo.
Equipment
- 1 molde tipo Bundt Cake
Ingredientes
- 4 huevos
- 230 gr harina
- 180 gr azúcar
- 70 gr Maizena
- 120 gr aceite de oliva
- 16 gr levadura
- 180 gr chocolate blanco
- 50 gr chocolate negro min. 75%
- 15 gr cacao en polvo 100%
- 80 gr agua tibia
- 1 cucharada café soluble
Elaboración paso a paso
- Precalienta el horno a 180º. Funde al baño maría el chocolate.
- Prepara el café y deja enfriar. Bate los huevos con el azúcar hasta espumar y añade el aceite de oliva. Tamiza la harina con la Maizena y la levadura, añade poco a poco a la masa.
- Con la ayuda de una espátula crear una masa homogénea intentando no desmontar el compuesto.
- Divide la masa en dos. En la primera añade el cacao 100%, el café y el chocolate.
- Una vez que se hayan incorporado los últimos ingredientes, vierte el primer compuesto en el molde, previamente untado con un poco de aceite de la receta.
- Guarda el molde en la nevera unos 15-20 minutos.
- Entre tanto, funde el chocolate blanco y añádelo a la segunda masa. Coge el molde con la masa de chocolate y el café y vierte encima la masa de chocolate blanco.
- Hornea durante 45 minutos. Una vez pasado el tiempo, deja enfriar el bizcocho encima de una rejilla.
Pues, como puedes ver, en la cocina no hay que tener miedo en trastear. Aquí lo que más vale es la experiencia que se va adquiriendo pastel tras pastel.
¡No dejes de intentarlo!
Ciao
Es una maravilla cuando de los errores surgen otras cosas fantásticas, y seguimos aprendiendo.
Yo he tenido la suerte de probar este bizcocho y me he enamorado de él, tal cual es.
Sus sabores me regalaron un subidón de alegría que me animaron la tarde, jejeje.
Hola , tengo una duda sobre la cantidad de café que hay que añadir, no lo pone en la receta, gracias.
Me encanta tu blog. Un saludo.
Hola Cristina muchas gracias por seguir mi blog.
Puedes añadir 80 gr de agua tibia con una cucharada de café soluble.
Un Saludo Ciao Ciao